La decepción

Vivo decepcionada.

Me sudece muy a menudo. Casi siempre de hecho. 

Y hace poco, leí un mensaje que decía "no esperes que las personas hagan lo mismo que tu harías por ellos. Vivirás entonces siempre decepcionado".

No puede ser tan cierto. Allí está mi gran error.

Jamás he hecho cosas pensando en el agradecimiento del otro, pero si he hecho mucho por personas que no han movido un dedo por mi.

Creo que por eso, mi decepción ha aumentado cada vez más. Y ahora todo lo veo como una decepción.  

Esto puede que este sucediendo hace mucho, pero ahora es más notorio. Hoy que el mundo está echo una mierda, pienso en como ayudar a los demás, y pienso también como nadie hace nada por ayudarme a mi.

Que difícil entonces se me hace la vida. Que complicado se convierten mis días.

Especialmente cuando mi mal amiga la decepción se junta muy amigable con mi amargada tristeza. Juntas son el toque de dolor que mi alma necesita para derrumbarme sin piedad y minimizarme con locura.

Mientras tanto...

Seguiré luchando contra esto, es mi única opción hasta que me decepcione de mi propia vida.

Hacen cuatro años desde mi última publicación. 
No es que mis ganas de escribir se hayan esfumado para este entonces, estaba pasaba por un momento de restructuración en mi vida, cambios y ausencia que acortaron mi tiempo para plasmarlo aquí.
Han sido muchas las veces, que decía 'oh, como quisiera escribirlo' y luego la mente me jugaba una mala suya y me decía 'No hay nadie que le importe lo que me pase'.
A partir de eso, surgieron mil y un cosas más...
Hoy he vuelto, ya no soy la misma chica de hace cuatros años, he cambiado mucho, ya ahora soy una mujer, con una hija, con prioridades diferentes, gustos distintos, y pensamientos más reales. 
No me importa si alguien se identifica con mis escritos, pero si estoy segura que hay más de uno en el mundo que vive a diario lo mismo que yo. Y esto es un gran alivio. 
Este es un nuevo comienzo en este blog, que espero poder llenar de forma más constante. Algo dentro de mi grita por libertad de pensamientos, y es hora de comunicarlos. 
Así que le digo adiós a los sentimientos pasajeros (Nombre anterior). Y... ¡Que comience la chorra!

El último adiós

Hoy hace un año exactamente de la última vez que estuve contigo, aun descifro si estabas  consiente de que estaba allí, contigo, juntos por última vez. Algo en mi interior me decía que sería el último día que estaríamos juntos, por eso me costo tanto despegarme aquella mañana de un viernes. 

Desde entonces aprendí a odiar que me llamaran por celular, sentía que cada vez que sonara sería una mala noticia, y lo que menos quería escuchar era eso. Nadie lo quiere, lo sé. Solo que yo no me lo esperaba. Hasta entonces creo que eso fue lo peor, el "no esperarlo", lo sorpresivo, lo inpensado, lo súbito. Pensábamos que serían más años, que disfrutaríamos de mis triunfos, esos que tanto deseamos y esperamos por 5 largos años. Hoy entiendo que no era así, que solo lo pensamos.

Aquella noche, mi alma se fue apagando con la tuya, cada minuto, de hecho cada segundo fue el más eterno, porque viví el dolor de perderte, de saber que no estarías más físicamente, porque en mi corazón estarás por siempre.

Llevo en mi alma los recuerdos más bonitos, desde mi infancia, mi adolescencia, y hasta mi madurez, todas las viviste conmigo. Me enseñaste más de lo que podrías, también me consentiste más de lo que debías, me guiaste cuando más lo necesite, y me amaste tanto como yo a ti.

Hoy, a 365 días sin ti, te dedico todo lo que soy, todo lo que se y donde quieras que estés quiero que sepas que te amo, y que vivirás en mi por siempre. Que te extraño, y que agradezco a Dios por ponerme en ti, por ser de ti, y por estar hasta tu último aliento de vida. 

Gracias por siempre, te amare toda mi vida. 

En memoria del eterno descanso de mi Abuelo

- 21/08/2015 . 2016 

Frases

Comencemos con el clickeo...

Dicen que el mundo necesita de gente que ame lo que hace, y yo realmente amo la fotografía. Me apasiona enormemente... Sin embargo soy de esas que le gusta hacerlo a su manera, de esas que odia lo común y lo cotidiano, y sobre todo, de esas que piensa que mientras menos programada este la escena mejor sale la fotografía. Las historias de cada una es otro tema, cada fotografía lo vale... Aquí verán un poco de todo eso que les hablo, eso sí, les adelanto: no esperen tanto de mi.

¡A clickear!

¿Quien soy? #Fotografía

¿Quien soy?

Para quienes no lo conocen, el es Isaias (mi esposo), en una faceta que podría llamar "irreconocible", para quienes ya lo conocen saben el porque. 

Nunca en mi vida imagine verlo con un cigarrillo en la mano, pero para este día yo le gritaba "vale, exhala... concentrate... LO ESTAS HACIENDO MAL" como si yo fuera la mejor experta fumadora de la historia (yo tampoco fumo). Mientras el me miraba con cara de odio y tocia por el humo del cigarro. Pasamos un largo rato intentando captar una foto que describiera quien no era el, ya que su profesor quería evaluar otro punto de vista que no formara parte de su ser, y pues Isaias si que lo hacia, y su cara lo demostraba. 

Cuando ya casi el cigarrillo se terminaba junto con nuestro tiempo (porque aun no lográbamos obtener la foto) el me miro y me dijo "ya no puedo más, intentemos otra cosa" cerro los ojos y exhalo fuertemente y ¡zasssss! Sucedió la magia, logramos captar quien realmente el no es. ¿A poco no?

Sin edición ni filtros.

Fotografía: Paola Sánchez

A veces...

A (Primera letra del abecedario)

Veces (en ocasiones)

Exactamente eso, "a veces" representa varias cosas que aun no conocemos o no entendemos. Interpretando el significado de cada uno, deducimos que simplemente es: la primera oportunidad que en ocasiones seguidas aprenderemos a mal interpretar. AUN NO LLEGA EL FIN.

Cansada de ver como (yo) mal entiendo un "a veces", mi cerebro (por fin) se ha puesto a trabajar pensando en cuantas ocasiones me equivoco. No solo en un simple "a veces" sino también en lo seguido a ello, es decir, lo que puedo hacer o decir después del tan odioso "a veces".

Hace algunas semanas, determine la necesidad de mi vocabulario de no sobrevivir duramente sino siempre la ando diciendo, de pensar en cuantas ocasiones no solo la digo sino que la aplico. A su vez, ver como los demás también se equivocan, y la ejecutan (mal por supuesto).

Normalmente, nuestra vida se basa en eso, en equivocarnos una y otra vez. Pero "a veces" lo sabemos y  lo peor de todo ¡Lo seguimos haciendo!. Estamos cansados de tropezarnos con la misma piedra una y otra vez, y "a veces" pensamos que  ya lo entendemos pero aun así... Nos seguimos tropezando. Todo puede ir muy mal, pero "a veces" pensamos que todo puede cambiar y volvemos a dar, creyendo que todo puede mejorar. "A veces" nos decimos que dura es la vida y como todo va a cambiar, pero nada de eso lo aplicamos. "A veces" creemos que estamos rodeados de gente, y la verdad es que estamos mejor solos. Pensamos que somos malos en tantas cosas, que "a veces" no nos damos cuenta de las grandes virtudes que tenemos. Damos el todo por el todo por algo o alguien, que "a veces" no es capaz de valorarnos ni siquiera una milésima. Nuestros segundo son tan rápidos y acelerados que estamos cansado de dejar pasar el tiempo, sin que "a veces" nos demos cuenta. "A veces" nos cerramos a algo que esta allí, justo en nuestras narices. Las distancias son tan cortas y "a veces" solemos pensar que son tan imposibles. Nuestro mundo no para de girar, y las oportunidades están sentadas a nuestro lado y "a veces" solo le prestamos atención a nuestros fracasos. La salida de lo imposible nos martilla la vida a cada instante, mientras que solo vivimos para sentir que un "a veces" puede valer más la pena... 

De no ser así, que lance la primera piedra, aquel que en ocasiones esto no le ha pasado.

En fin...

Entonces ¿de quien será la culpa? del "a veces"???? Oh no, no lo creo... es de NOSOTROS. Simplemente por no ser fuerte y dejar que un "a veces" controle nuestras vidas, nuestra historia y nuestros pasos. o al menos que "A veces" sea mejor... dejarlo pasar.

 

"A veces" hay que mirar el presente, sin que el pasado se interponga.